Resumen:

Costa Rica se encuentra en el límite de cuatro placas tectónicas, donde la regularidad de los terremotos destructivos resalta la necesidad de estimaciones del riesgo sísmico. Este estudio contiene la Evaluación Probabilística del Riesgo Sísmico (PSHA) más reciente para Costa Rica, calculada con la base de datos sísmica más grande y actualizada de ambos, el Laboratorio de Ingeniería Sísmica y la Red Sismológica Nacional de la Universidad de Costa Rica. Para la PSHA, actualizamos los parámetros de sismicidad para la placa superior, la interplaca de subducción y los dominios tectónicos intra losas, caracterizamos las zonas de la placa superior por porcentajes de tipos de fallas y utilizamos modelos de movimiento del suelo ponderados para cada uno de los dominios tectónicos. Los mapas resultantes de la aceleración máxima del suelo (PGA) para períodos de retorno de 475 años (PGA-475) y 2475 años, así como las aceleraciones espectrales, muestran tendencias geográficas que permiten dividir el país en cuatro niveles de riesgo sísmico: (1) extremadamente alto para las penínsulas de Nicoya, Osa y Burica, situadas directamente sobre la interplaque de subducción, donde el PGA-475 podría ser de 0.55–1.20g; (2) muy alto para la mayor parte de la provincia de Guanacaste, donde el PGA-475 puede ser de 0.55–0.70g; (3) alto para la mayor parte del país (∼41%) con valores de PGA-475 de 0.40–0.55g, incluyendo el centro de Costa Rica y la ciudad capital de San José; y (4) moderado para la Cordillera de Talamanca y el norte de Costa Rica, con PGA-475 de hasta 0.40g. Estos valores de movimiento del suelo son de 0.1–0.6g más altos que la PSHA previa para las penínsulas del Pacífico, Guanacaste y el Caribe sudeste. Además, las curvas de riesgo, los espectros de riesgo uniforme y una desagregación del riesgo indican que el riesgo sísmico es menor pero más complejo en San José que en Liberia, la ciudad más grande de Guanacaste.

https://doi.org/10.1785/0120220119