En español existen varias palabras para referirse a los movimientos de tierra producidos por el paso de las ondas sísmicas: terremoto, temblor, sismo y movimieto telúrico son algunos de ellos. Todos son sinónimos, pero el uso en el lenguaje popular muchas veces depende del impacto de la sacudida.

La Real Academia Española define terremoto como una "sacudida violenta de la corteza y manto terrestres ocasionada por fuerzas que actúan en el interior de la Tierra".  Esta definición no especifica el impacto, si se producen daños o no. En España, en ciertos diarios, llaman terremoto a movimientos de magnitudes tan bajas como 3.0. También en ese país es más popular la palabra seísmo en vez de sismo.

En Costa Rica llamamos temblores a los movimientos de baja intensidad y que no producen daños. Un terremoto sería entonces aquel movimiento que produce daños a la infraestructura (donde pueden haber heridos o muertos) o cambios en el entorno físico (deslizamientos o hundimientos del terreno por ejemplo). Naturalmente solo los sismos muy grandes, generalmente de magnitudes mayores a 6.0 - 7.0, recibirían ese nombre, porque en principio, serían los que podrían ocasionar daños. Sin embargo, si estos ocurren en el mar (y no llegan a producir un tsunami) o a gran profundidad, los llamaríamos sismo fuerte o temblor fuerte.

Por otra parte, la magnitud sola no es un buen criterio para definir que es un terremoto y que es un temblor. Un sismo de magnitud 5.0 a escasa profundidad y cerca de una ciudad, podría resultar mucho más destructivo que uno de 6.5 a gran profundidad o lejano. Diríamos entonces que el M5.0 fue un terremoto. mientras que el de M6.5 no lo fue.