Existe un fenómeno bastante bien identificado en sismología y es el que las ondas sísmicas tienden a aumentar su amplitud cuando viajan a través de sedimentos blandos o poco consolidados.

En la Figura 1 se muestra cómo las ondas que salen del hipocentro son similares en amplitud. Mientras que las que llegan a la casa de la derecha no experimentan mayores cambios en su trayectoria, las que llegan a la casa de la izquierda si lo hacen. 

Estas ondas han cambiado tanto en amplitud como en frecuencia. Las amplitudes son ahora mayores a las que tenían originalmente cuando viajaban a través de un medio sólido como lo era la roca. También su frecuencia ha disminuido, es decir, la distancia entre picos se ha incrementado.

Las construcciones que se encuentran sobre sedimentos blandos como arcillas, limos, depósitos aluviales, valles de inundación, etc. serán sacudidas con mucho mayor intensidad que aquellas que están sobre lavas o rocas calcáreas por ejemplo.

Figura 1.

La Figura 2 muestra este efecto a raíz del sismo de Mw 5.3 del 31 de enero del 2019. El evento tuvo su epicentro a más de 80 km de distancia de Golfito. En la ciudad hay dos estaciones: PGOL en la Universidad de Costa Rica (UCR) y PGTO en el Colegio Técnico. Ambas están separadas aproximadamente 1 km de distancia. El sitio del Colegio experimentó una sacudida 4 veces superior al de la UCR

Figura 2.