Luego de una catástrofe, el sistema de salud tiene la responsabilidad de brindar atención de emergencia a la población afectada. Por consiguiente, es necesario que la infraestructura hospitalaria sea capaz de mantenerse operativa en momentos críticos, como por ejemplo después de un sismo destructivo. El Código Sísmico de Costa Rica 2010 (CSCR-2010) establece estrictos objetivos de desempeño ante terremotos para edificaciones esenciales como hospitales. Ante un sismo extremo, es necesario proteger la vida de sus ocupantes, además de minimizar la ocurrencia de daños en la estructura y en aquellos componentes y sistemas no estructurales capaces de interrumpir sus servicios y funciones. Para cumplir estos objetivos, se deben seguir estrategias tendientes a minimizar el riesgo sísmico de los edificios de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), entendiendo “riesgo sísmico” como la probabilidad de que haya daños debidos a la interacción entre la amenaza sísmica en un sitio y la vulnerabilidad que éste presente. En este sentido, el convenio entre la CCSS y el LIS-UCR juega un papel fundamental.
"Amenaza sísmica" es un término técnico que caracteriza numéricamente la probabilidad estadística de la ocurrencia (o excedencia) de cierta intensidad sísmica (comúnmente la aceleración del suelo) en un determinado sitio, durante un período de tiempo. Aunque la amenaza sísmica no puede ser modificada, su identificación y caracterización es indispensable para un adecuado diseño y evaluación sísmica de la infraestructura hospitalaria. Como parte del convenio, la colocación y monitoreo de acelerógrafos en terrenos de CCSS brinda datos esenciales para la caracterización de la amenaza en sitios específicos, que se complementa con la zonificación sísmica del CSCR-2010. Dado que la información registrada por los acelerógrafos incluye posibles efectos de sitio, resulta muy útil como base para estudios de microzonificación sísmica para proyectos de ampliación, reestructuración o construcción nueva en los terrenos instrumentados. Además, contar con una red de acelerógrafos permite la detección inmediata de eventos sísmicos de intensidad importante que hayan podido afectar la infraestructura instrumentada y que ameriten una evaluación sísmica de las edificaciones por parte de los ingenieros de la CCSS.
Por otro lado, “vulnerabilidad sísmica” se define como la probabilidad de que, debido a la intensidad del evento y a la fragilidad de los elementos expuestos, ocurran daños en la economía, la vida humana y/o el ambiente. Con respecto a este componente del riesgo, el LIS-UCR está desarrollando una investigación denominada “Estimación de Riesgo Sísmico en Tiempo Real para Infraestructura Hospitalaria”. En ésta se busca la elaboración de curvas de fragilidad para cuatro hospitales de la CCSS, a saber Hospital San Rafael de Alajuela, Hospital San Vicente de Paúl, Hospital de Ciudad Neily y Hospital Dr. Tony Facio Castro.
Con éstas curvas y la posibilidad de monitoreo sísmico remoto en tiempo real que brindan los acelerógrafos, se pretende crear una herramienta de evaluación de daño probable, que ayudaría a tomar decisiones en cuanto a una posible evacuación, la necesidad de una visita de inspección por parte de un ingeniero estructural o incluso de una evaluación estructural más detallada. Posteriormente la CCSS puede ampliar la investigación y desarrollar curvas de fragilidad similares para toda la infraestructura instrumentada.
La instrumentación de edificaciones mediante acelerógrafos es la primera etapa en un importante objetivo a mediano plazo, la creación de un sistema de monitoreo de salud estructural de los hospitales de la CCSS. Éste consiste en implementar un sistema de detección de daño que afecte la capacidad estructural de los edificios. Mediante el análisis de los datos registrados por los acelerógrafos en cada estructura pueden determinarse sus parámetros dinámicos base (frecuencia natural, formas modales, amortiguamiento). Cambios en estos parámetros modales después de un evento sísmico considerable pueden ser indicadores de daño estructural significativo que incluso podría pasar desapercibido durante una inspección visual, entendiendo daño como cambios en la geometría o materiales del sistema estructural, así como en las condiciones de borde o conexión entre elementos.
El monitoreo de salud estructural permite una evaluación rápida de la condición de los edificios, lo que resulta ideal para tomar decisiones expeditas en cuanto a la clausura o habilitación de la infraestructura hospitalaria luego de un evento sísmico.
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